-REPLANTEANDO TU VIDA-.






Replantear tu vida. ¿Cuándo hacerlo? ¿Qué circunstancias deben sucederse para hacer un cambio y emprender otros caminos? Decía Isaac Asimov que el cambio es inevitable y también el factor que hace progresar a una sociedad. 

Sin embargo, a nivel personal nada resulta más complicado que poner la mirada en nuevos horizontes y asumir que lo rodea ahora no es enriquecedor ni saludable.

Es importante, profundizar en el termino "replantear". ¿En qué consiste realmente? Un replanteamiento implica partir de algo ya construido, pero siendo capaces de reformular, revisar o ver de otro la situación. A la hora de generar un cambio que nos permita progresar rara vez se parte de cero. Siempre hay un punto de partida solido.

Nadie hace un borrón y cuenta nueva de manera radical, los cambios de 180 grados a veces nos apartan de cosas que nos son útiles, necesarias y que definen lo que somos. Partiendo de una base, desde unos valores solidos y recuperando quizás muchos de esos sueños y aspiraciones que un día dejamos aparcados.

La necesidad de replantear tu vida es algo que aparece en diversos momentos a lo largo de tu ciclo vital. El hecho de que suceda esta necesidad, pensamiento o súbita voluntad, responde a múltiples eventos. Las rupturas afectivas, el desempleo, la perdida de alguien querido y las crisis sociales suelen despertar este sentimiento.

Cuando surge dicho estado interno es importante atenderlo. D    e lo contrario, podemos cronificar un estado de malestar, disonancia y contradicción constante. Cuando las necesidades no se trasforman en actuaciones destinadas en satisfacerlas, emerge el sufrimiento que a todo se adhiere y lo deforma.

Es importante tener en cuenta que el campo de la psicología lleva años estudiando esta realidad. Así, un área que atiende estas necesidades es la terapia narrativa enfocada en reformular el presente. Esta forma de psicoterapia sostiene, que nuestras identidades están determinadas por la forma en que nos contamos a nosotros mismos/as nuestra vida.

A veces, es preciso deconstruir ciertas cosas, enfoques o creencias erróneas para hallar nuevos sentidos a lo que somos, a lo que tenemos y necesitamos. Este ejercicio de reflexión e introspección es idóneo para replantearnos muchas de las cosas que nos envuelven y afectan en estos momentos.

Después de cada perdida es bueno que pienses en replantear tu vida. Hechos como perder el trabajo, pasar por una ruptura afectiva o perder a un ser querido implica siempre reformular ciertas dimensiones y en ocasiones, hasta tomar nuevas decisiones.

¿Qué puedo hacer?

Decía el psicoterapeuta Carl Rogers que todos nosotros/as tenemos recursos para mejorar nuestro bienestar. Un replanteamiento no implica siempre tener que hacer un gran cambio.

    • No es preciso dejar nuestra casa, hacer las maletas o decir adiós a amigos y familiares para irnos lejos. No todo cambio demanda distancia para hallar un equilibrio.
    • El mejor cambio proviene del interior, de la actitud hacia lo que nos sucede, del modo de procesar y entender la realidad.
    • Toda perdida requiere la aceptación de lo ocurrido y después replantearnos nuevos significados y situar en el horizonte otros propósitos capaces de motivarnos.
A veces pasa que te encuentras en un contexto cotidiano en el que ya no te reconoces a ti mismo. Es decir, puede que ese trabajo que tienes ahora te evoque a un día demasiado estresante y demandante. Es posible que tu relación de pareja haya derivado en una rutina carente de afecto, de trascendencia y vacía felicidad.

Ya no te ves a ti mismo en lo que te envuelve porque nada te motiva, no se respetan tus esencias ni valores. En estas circunstancias es necesario que comiences a replantear tu vida.

En ocasiones, lo que nos ofrece el entorno no se adecúa a nuestras necesidades, Es entonces cuando nos vemos impulsados a tomar nuevas decisiones. Esos cambios dejan en nosotros nuevas valías: decisión, innovación...

Son dimensiones que dan dinamismo a nuestra personalidad.

Por otro lado, en una sociedad cada vez más fluida y cambiante, estamos casi obligados a replantearnos cada día grandes y pequeñas cosas. En cada plan, en cada variación que realicemos, nuestra forma de ser mejora y se adapta con mayor habilidad al entorno.

En ocasiones, el problema no está en el entorno, en el trabajo, en la familia o la pareja. A veces llegamos a un instante en que hemos perdido el impulso, la ilusión, las ganas y hasta la felicidad. Son situaciones de gran complejidad emocional y psicológica que te obliga a replantear tu vida.

La perdida de la felicidad y la motivación siempre tiene un origen que debemos clarificar. Nada sucede porque sí, nadie deja ir esa luz interna que ilumina el bienestar de un día para otro. Es preciso ahondar en nuestro universo psicológico para saber qué falla y cual es el origen de este estado.

En estos casos hay que poner la mirada en nuestro interior y atender, a nuestro diálogo interno. La manera en que nos hablamos e incluso las ideas erróneas a las que les damos validez determinan a menudo ese malestar.

Decepciones, sueños frustrados. desilusiones, crisis existenciales. Hay muchas realidades que pueden estar teniendo un gran impacto en nosotros/as y a pesar de ello, no saberlo. Descuidar lo que duele por dentro tiene su impacto, nos altera y apaga poco a poco nuestra vitalidad.

Para concluir, replantearnos nuestra vida es un ejercicio de bienestar mental que todos deberíamos aplicar cuando así lo consideremos. Tomemos conciencia de ello.

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