-TRASTORNO DE PÁNICO CON AGORAFOBIA-






Las personas con trastorno de pánico a menudo también desarrollan un cuadro de agorafobia, que es la tendencia a evitar lugares o situaciones donde la posible salida pudiera ser difícil y no recibieran la ayuda esperada.

La persona que sufre episodios de pánico se siente súbitamente aterrorizada sin una razón evidente. Los ataques de pánicos pueden ocurrir en cualquier momento o lugar sin previo aviso.  Durante el ataque de pánico se suelen producir taquicardias, dificultad para respirar, temblores y mareos, sensación de inestabilidad, nauseas, sudoración...

En cambio la agorafobia, es el miedo a los lugares donde la persona cree que no podría pedir ayuda en caso de una crisis de pánico.

Pero que es lo que ocurre cuando se dan ambas cosas al mismo tiempo:

Los síntomas que se dan en una crisis de ansiedad, son inofensivos, aunque muy desagradables y se suelen malinterpretar. Obvio, que cuando los pensamientos son negativos, la persona se asusta, con lo que los síntomas tienden a acelerarse más.

El trastorno de pánico, aunque puede darse en la infancia, lo más normal es que empiece hacia el final de la adolescencia o el principio de la edad adulta. 

Se ha demostrado en diversos estudios, que el mejor tratamiento en estos casos es la terapia cognitivo conductual especializada. El objetivo de este tipo de tratamiento es que poco a poco vaya perdiendo el miedo y exponerlo de forma gradual a sus miedos y temores. Debe llevarse a cabo por psicólogos especializados.

Si no se recibe un tratamiento adecuado y efectivo, esta patología se puede cronificar en el tiempo y su vida puede verse muy limitada.

Las personas que sufren de crisis de ansiedad, son muy sensibles a las reacciones de tipo corporal, como mareos o aceleración del corazón. Responden con miedo ante los síntomas de la ansiedad y ese miedo puede llegar a convertirse en verdadero pánico.

Las personas suelen estar en un estado de tensión permanente.

En su vida cotidiana, tiende a evitar situaciones tales como:

salir de casa, subirse a un transporte público, comer en restaurantes, ir al cine, hacer deporte, estar en lugares públicos concurridos...lo que dificulta mucho su día a día.

Por este motivo, muchas veces, estas personas necesitan un compañero/a, llamado "persona de apoyo" para realizar las actividades antes señaladas y poder tener una calidad de vida aceptable.

Por último vamos a enumerar cuales son las técnicas más importantes en la terapia cognitivo conductual:


  • Técnicas de exposición. Control de los impulsos.
  • Desensibilización sistemática. Reduce la ansiedad y la evitación de situaciones y estímulos.
  • Técnica de la flecha ascendente. Modificación de los esquemas de pensamiento de los pacientes a través de diversos métodos.
  • Técnicas de modelado: El paciente observa y aprende una manera de actuar concreta y que puede imitar el modelo adoptado.
  • Inoculación de estrés. Se ayuda al paciente a entender el estrés y como puede hacerle frente.
  • Entrenamiento en auto-instrucciones. Se trata de guiar nuestra propia conducta indicando qué y cómo lo vamos a hacer.
  • Entrenamiento en resolución de problemas. La toma de una decisión respecto a la más apropiada. 
  • Técnicas operantes para la modificación de conductas. Permite aprender nuevas conductas mediante la aplicación de refuerzos o castigos.
  • Técnicas de autocontrol. Se aprenden patrones de conducta para aplacar la impulsividad. Se fortalecen las habilidades de autocontrol.
  • Técnicas de relajación y respiración. Con ellas podemos ver reducida la ansiedad y el estrés. Relajación progresiva de Jacobson, el entrenamiento autógeno de Schultz ..






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