APRENDIENDO A PERDER

Tan importante es saber ganar como saber perder y aceptar la derrota, ya que nos ayudará a ser más sabios y conseguir nuestros logros sin tener que hundirnos cuando no conseguimos una meta.

Aceptamos de una forma serena y calmada que la realidad que nos rodea puede ser contraria a nuestros deseos internos. Ganar es fácil, aprendemos enseguida, pero nadie nos enseña a perder  y ello nos puede llevar a generar frustración, que nos resulta molesta e incómoda.

Esa frustración nos puede causar tristeza, ira, cansancio psicológico, malestar, soledad...perder nos produce vergüenza, humillación, generamos pensamientos negativos, creemos que somos unos inútiles que no servimos para nada, se produce un pensamiento negativo que nos puede conducir hacia una ansiedad.  Pero debemos entender que no siempre se pueden conseguir lo que nos proponemos y hay que aceptarlo. Aceptar los hechos tal y como han sucedido, sin excusas, con serenidad, tranquilidad e inteligencia emocional. 

Perder no es algo que sólo ocurra en los juegos, en el trabajo o en las relaciones personales y de ámbito social. Va mucho más allá de eso.

Es obvio, que nunca podríamos ganar sin el hecho de que también podemos perder. Por eso hay que desmentir algunos mitos al respecto:

• Perder te convertirá en un perdedor.  Los hechos que te acontecen no te definen como persona, como ser humano, pero sí lo hace la manera de afrontarlo.
• Has fracasado y ya no podrás conseguir ese objetivo que te habías marcado.  Aprender a perder te enseñará que para tener éxito en la vida, a veces hay que fracasar.
• La derrota es algo humillante. Este tipo de pensamientos hay que desterrarlos definitivamente de nuestro cerebro. Hay que levantarse e intentarlo de nuevo.

Cuántas veces las personas que conforman nuestro entorno son las primeras que nos dicen que fracasaremos y que no lo vamos a conseguir.

Aprender a perder nos permite ser consecuentes y darnos cuenta de que ningún camino que escojamos va a ser sencillo de conseguir y llegar a él. 

No tengamos miedo a perder, ya que esto es lo que nos llevará a ganar algún día.

Hay que saber gestionar las derrotas y los fracasos , cuando perdemos tenemos la oportunidad de darnos cuenta de los errores cometidos y poder así rectificar.

Nadie escapa de las derrotas, todos/as en nuestro día a día hay objetivos que no llegamos a poder cumplir nunca. Cuánto más rápido cambiemos la percepción que tenemos de las derrotas y dejemos de verlas como un fracaso y una humillación, más cerca estaremos de poder alcanzar la mejor versión de nosotros mismos/as.

Vamos a ver algunos consejos que nos permitirán aprender a perder de manera constructiva:

• Deja atrás la frustración.  Es lógico que cuando perdemos nos invada una sensación y sentimiento de frustración por no haber alcanzado nuestro objetivo. Debamos aprender a pasar página y ponernos manos a la obra de nuevo para conseguirlo.
• Aceptar las cosas tal y como han sucedido. Evitar manipular los recuerdos en nuestra mente con la intención de protegernos de la frustración.
• Evitar las reacciones hostiles. Esta situación sólo va a conseguir empeorar las cosas. Lo mejor es reconocer nuestro sentimiento y modelarlo adecuadamente. El reconocimiento de esas emociones nos ayudará a sacar lo positivo de las peores situaciones. 
• Dale más importancia al proceso. Saber perder tiene que entrar en la lógica de admitir que ese error no era inevitable, que podía pasar. El proceso de entrenamiento o de planificación debemos darle también mucha importancia. 
• Evita el rol de favorito. Este rol no siempre favorece a quien lo posee. Hay que evitar caer en la autocomplacencia para así poder tener una mejor visión de los retos que nos va a tocar afrontar. Si no evitas el rol de favorito, en caso de perder, la recuperación emocional será más dura emocionalmente hablando. 
• Evita el pensamiento o visión túnel. Con ello nos referimos en que solamente nos centramos en ganar y somos totalmente incapaces de considerar otras opciones. Este tipo de pensamiento es muy dañino, Debemos tener una visión más realista de nuestros objetivos.
• Evita la estigmatización. Los estigmas son las formas de pensamiento en los que la persona es muy radical a la hora de analizar los hechos que se han producido. Debemos pues combatir esos pensamientos para así poder tener mejores resultados.

 

"Perder para aprender No es perder"